Dedicatoria:
A los millones de héroes
anónimos que compraron un mueble en IKEA con la esperanza de poder entender el
manual de montaje y la ilusión de llevarlo a buen fin sin que les sobraran
piezas.
El asunto no admite marcha
atrás: voy a escribir un best seller de éxito mundial. Las decisiones más
importantes ya están tomadas: la novela tendrá 800 páginas y las primeras
ediciones, con tapa dura, se venderán a 25 euros. La edición de bolsillo, que
se lanzará nueve meses después, se encajará en unas 650 páginas a un precio de
17 euros. Los derechos para hacer la película y, posteriormente, la miniserie
televisiva, serán negociables con la única condición de que el personaje
principal no lo interprete Javier Bardem, salvo que jurase o prometiese que su madre no asistiría al estreno para montar el numerito con la pancarta. Todo está
muy estudiado; solo falta rematar algunos flecos secundarios: escribirla, decidir
la editorial, etc.
He estudiado muy a fondo los
best sellers que han alcanzado de manera sostenida los primeros puestos en las
listas de ventas para identificar y aplicar sus características más constantes
y reiteradas.
Todos ellos gravitan en
torno a un objeto, normalmente de contenido religioso, que una serie de sociedades
secretas buscan o protegen o intentan destruir: el Santo Grial, el Arca de la
Alianza, la Sábana Santa, el Lignun Crucis, un pelo de la barba del Profeta,
una tumba faraónica… El primer gran hallazgo de mi novela es que el objeto central
tiene una naturaleza laica: está constituido por las piezas que siempre sobran y
que no encajan en ningún sitio, cuando ya se ha dado por terminado el fatigoso
esfuerzo de montar los muebles de IKEA: un estante del armario, una rueda del
carrito, una pata de la mesa, un aspa del ventilador, un trozo de tabla de
dudosa utilidad… El protagonista intuye
que debe de haber algo más que casualidad cuando, sistemáticamente, ocurre tal
cosa. La novedad de mi novela estriba, pues, en el carácter no religioso del
objeto, lo cual no evita que, al menos, haya que revestirlo de un aura
esotérica: observando minuciosamente esas piezas, se descubren en ellas unos arañazos
que, aunque en principio parecen provocados por un trato descuidado en el almacenaje
o en el transporte, se sospecha que forman parte de un mensaje cifrado que solo
se completará cuando se hayan podido encontrar todas las piezas sobrantes en
los montajes de los muebles del famoso fabricante sueco.
El protagonista que ha
descubierto el asunto acomete la ingente tarea de recoger y almacenar todas esas
piezas valiéndose de sus habilidades para entrar en el sistema informático de
IKEA y seguir la pista del medio millón de muebles diarios que vende en todo el
mundo. El esfuerzo es titánico, pero lo más grave es que hay un grupo que trata
de impedirlo. Esa es otra de las características irrenunciables en un best
seller que se precie. Hasta ahora, los grupos en la sombra que actuaban en las
novelas de mayor éxito eran los Templarios, el Opus Dei u otros varios de corte
masónico o mafioso. También era imprescindible que se descubriera que Leonardo
da Vinci había dejado pistas ocultas en alguno de sus cuadros y Mozart,
declarado masón, en sus composiciones. No me importa desvelar que una de las muchas
genialidades de mi novela será que la sociedad secreta que trata de encontrar
el almacén donde se guardan las piezas es el Fútbol Club Barcelona. El
protagonista descubre que su imagen pública de club de fútbol es una tapadera,
y la frase “El Barça es más que un club”,
la contraseña secreta de identidad de sus miembros. También descubre, al
avanzar en la investigación, que el modelo que le sirvió a Leonardo para pintar
la Mona Lisa fue Johan Cruyff, y la ópera de Mozart que más simbología masónica
contiene, “La flauta mágica”, se
tituló originariamente “El pito mágico”,
en clara referencia al silbato de los árbitros.
El final de la novela no lo
voy a contar, Quien quiera conocerlo, que pase por caja. Me voy a forrar. A ver
si mañana tengo un rato libre y la escribo.
Este artículo es magnifico.
ResponderEliminarEspero impaciente que escriba en un rato libre el libro de 800 páginas.Seré su primer comprador, estaré tres noches antes, para ser el primero en entrar en el gran almacen (porque indudablemente,hará la presentación en un gran centro)y estará Vd. allí para dedicarlo ¡Y yo quiero ser el primero a quien se lo dedique!
¡Buenísimo! Te admiro la voluntad de ponerte a escribir 800 páginas, pero como ya tenés tan claro el argumento seguramente te resultará sencillo. Además, has visualisado todo con tanta exactitud que la Ley de Atracción jugará a tu favor y el libro será pronto una realidad, y un éxito. Cuando seas muy, muy famoso, te agradecería que me dieras una manito y recomendaras mi libro en alguna editorial, aunque después de leer todas las condiciones que debe reunir un best seller, veo que no tengo la más mínima chance... Un abrazo desde Río Ceballos, Córdoba, Argentina; llegué a tu blog gracias a Ricardo Bada, el buscador de perlas en internet.
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