Aquí, un turista
Yo sé que algunos me
retirarán el saludo (o casi, ¿verdad, R.B.D.?), pero estoy obligado a declarar,
como si estuviéramos en una reunión de Turistas Anónimos: “Me llamo Javier y
soy turista”
¿Cómo se llama la gente de Como?
Protegidos de las llamas
caniculares del calibre 38 (grados a la sombra) gracias al aire acondicionado
de una trattoria, mientras en el exterior las aguas del Lago de Como están al
borde de la ebullición, unos amigos y yo, en perfecto e inmejorable estado de
aplatanamiento físico y mental, intentamos adivinar cuál es el gentilicio de
los habitantes de esta ciudad: ¿comodoro, comodín, comodón, comositalcosa…?
Desde una mesa contigua, un nativo ilustrado pone sus puntos sobre nuestras íes:
“Actualmente, los habitantes de Como nos
llamamos comascos, pero el primitivo gentilicio era comense”. Ante ese
golpe disuasorio de ciencia, la galbana nos impide reanudar nuestra tormenta de
ideas.
La casa de Julieta
El lugar más visitado de
Verona es la casa de Julieta. Parece ser que allí vivió una persona que nunca
existió: la fantasía de los italianos no tiene límites. Menudo filón para las
empresas turísticas; cualquier día nos ofrecerán un viaje que no es viaje al
País de las Maravillas y nos enseñarán la casa de Alicia con el Gato de
Cheshire disecado encima del aparador.
El glorioso idioma español
Zapeando en el televisor del
hotel de Bolonia encuentro dos cadenas que emiten en español. En una de ellas,
venezolana, Hugo Chávez intenta imitarse a sí mismo; la otra es la más zafia,
vulgar y “arsa la grasia, mi arma” de nuestro país: la autonómica de Andalucía,
Canal Sur. ¡Vaya embajada cultural en el mundo a través de nuestro idioma!.
Abochornado como español y como andaluz, me duermo plácidamente arrullado por
la voz de la presentadora de un canal japonés.
La frecuencia de las cosas, o las cosas de
la frecuencia
El guía de una excursión
decide utilizar técnicas más modernas que el grito desaforado, y nos cuelga del
cuello un pequeño receptor, metiendo sin compasión un pinganillo en nuestras
orejas. Al finalizar las prolijas instrucciones sobre cómo funciona el
artilugio y cómo se selecciona la frecuencia en la que él va a emitir, nos dice
que levante la mano quien tenga algún problema con la frecuencia. Más de la
mitad del grupo levanta la mano. Quizás no entendieron bien a qué frecuencia se
refería.
Sobre los perniciosos efectos de la bebida
Estamos a un tiro de piedra
de los Alpes, pero el calor es asfixiante y se produce la siguiente cadena de
causa-efecto: el calor obliga a beber mucho líquido para refrescarse; esa
abundante ingestión ha de evacuarse; al estar los lugares que visito en
temporada turística alta, las colas de angustiadas usuarias en las puertas de
los lavabos son kilométricas. Yo tomo nota de mis observaciones para un ensayo
que algún día no escribiré sobre la solidaridad y la convivencia urinarias de
las mujeres.
esto es muy buenoy tambien compren tacaño
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