“Si quieres vivir mucho, guarda un poco
de vino rancio y un viejo amigo” (Pitágoras)
Decía
en la anterior entrega que iba a seguir demostrando que el lenguaje del vino es
un filón inagotable de similitudes a la hora de calificar y definir a nuestros
amigos.
Voy
a reproducir literalmente una breve selección del vocabulario del vino que he
encontrado en un libro de cata. Yo me he limitado a cambiar la palabra “vino”
por “amigo”.
ÁCIDO
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Amigo
que presenta un exceso de acidez. También se le puede llamar “picado”
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AGRESIVO
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Amigo
sumamente ácido y desagradable.
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ALEGRE
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Ligero
y fresco; fácil, sin complejidad.
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AMABLE
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Término
utilizado para algunos amigos en extremo agradables.
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APAGADO
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Falto
de brío.
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ARMÓNICO
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Con
una gran conjunción y perfecto equilibrio en todos sus caracteres.
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CARÁCTER
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Amigo
con personalidad
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CARNOSO
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Amigo
con cuerpo, bien conjuntado, que produce una amplia impresión física.
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COMPLEJO
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Que
ofrece una amplia gama de sensaciones.
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COMÚN
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Corriente,
sin cualidades.
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CRUDO
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Joven,
sin terminar; tierno.
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DECRÉPITO
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Defectuoso
por excesivo envejecimiento.
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DEGRADADO
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Amigo
en el que sus cualidades van evolucionando a peor.
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DESCOMPUESTO
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Mal
conservado, de mal gusto.
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ELEGANTE
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Equilibrado
y con delicadas y sugerentes sensaciones.
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ESTABLE
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Que
mantiene sus cualidades y caracteres sin cambios negativos.
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FRANCO
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Anterior
Jefe del Estado español (1892-1975).
Por
caprichos del lenguaje, dícese de un amigo que no engaña, que se expresa
claramente y con honradez.
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GOLOSO
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Se
dice de los amigos cuya cata es muy placentera.
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LIMPIO
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De
aspecto transparente, bien presentado.
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PELEÓN
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Corriente
y vulgar
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PESADO
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Amigo
que, si bien no presenta defectos significativos, resulta poco grato.
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ROBUSTO
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Bien
dotado de cuerpo
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SUCIO
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Con
olores extraños e impropios de su crianza.
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Me
estoy poniendo pesadito, pero esto es sólo un avance. Todavía me queda mucho
por investigar.
A
la hora de establecer un paralelismo exhaustivo y sin fisuras entre la
operación de la cata de un vino y la de un amigo, no siempre lo encuentro de
forma satisfactoria. Por ejemplo, en un manual de cata se dice que el
procedimiento para valorar la transparencia del vino consiste en pasar un
objeto o un dedo por el culo de la copa, situada sobre un fondo blanco. Creo
que muchas amistades se romperían si intentáramos hacerles esta prueba de
transparencia, aunque, no nos engañemos, en algunos casos, este puede ser el
comienzo de una gran amistad.
Y
con esta frase, que es la frase final de la película “Casablanca", voy a
terminar yo también. Es una frase que me gusta tanto, que siempre me las
arreglo para colocarla, venga o no venga a cuento.
Gracias
por vuestra atención, mis queridos, alegres, amables, amorosos, armónicos,
elegantes, golosos, robustos, vivos y, en algunos casos, añejos amigos.
Consideradme vuestro “gran reserva" de la amistad. Espero no avinagrarme
más con el paso del tiempo, pero si alguno quiere hacerme la prueba de la
transparencia descrita anteriormente... ¡NI SE LE OCURRA!